Muchos se preguntarán «¿Para qué rayos una figura humana en blanco?», pues bien, tiene muchas utilidades.
Pueden pedirle a niños autistas que dibujen diversas expresiones faciales en el rostro y así diferenciar gestos e inferir la mente del otro.
También sirve para trabajar la motricidad fina necesaria para la escritura, la memoria visual o el nivel léxico semántico (partes del rostro, del cuerpo, prendas de vestir…)
Y ustedes, ¿qué otras cosas se les ocurren que puedan utilizar esta figura? ¡Difunde tus ideas en los comentarios! Podremos publicarlas en el blog 🙂